Una mujer de 71 años también habita una peligrosa vivienda en el mismo sector. Distrito anunció ayudas para la reconstrucción.
Bajo oxidadas láminas de zinc y entre paredes agrietadas, Orlando Mendoza ha vivido sus últimos 20 años. Un rebolero que, a diario, duerme con la zozobra de no saber si, al amanecer, su vivienda seguirá en pie.
Su casa es una de las tantas construidas desde hace más de 100 años. Tan emblemáticas en su infraestructura y diseño que, convirtieron a Rebolo, en uno de los barrios más tradicionales del suroriente de Barranquilla.
Precisamente, por su antigüedad, los materiales de la herencia de sus padres han sobrepasado su tiempo de uso. Poco a poco se han ido deteriorando y deterioro de su vivienda se hace cada vez más evidente.
“Ese palo que está ahí puesto. La está aguantando para que no se venga la pared hacia acá y el techo no sirve. Están rotas las láminas“, sostuvo Mendoza entre lágrimas.
Metros de cables y una delgada viga de madera son el único soporte de su vivienda, apoyada sobre el tronco de un antiguo ábol: “Este es el único palo que sostiene las paredes de la casa y, si se parte, se vienen todas las paredes”.
Al deterioro natural de su vivienda, se suma la inclemencia del invierno: “Cada vez que está lloviendo uno preocupado porque se venga eso encima. A veces hay personas aquí afuera, que se caigan las paredes y vaya a matar a alguien ahí”, anotó el hombre de 67 años.
Otra vivienda de Rebolo en riesgo inminente de colapso
La de Orlando, no es la única vivienda en estas condiciones. A unas cuantas cuadras, una Matilde Mantilla, de 71 años, también pide ayuda de las autoridades para reconstruir su tejado.
“Yo nací aquí y mi hermano también. El falleció y ahora yo vivo sola. Estoy preocupada por el techo, me da miedo que se me vaya a caer encima”, sostuvo la mujer con tristeza en su mirada mientras reconocía el temor por una tragedia.
Los días los pasa en su mecedora. Al parecer, la sala de su vivienda es el único lugar donde el tejado no está agrietado. Sin embargo, las lluvias y el viento ha hecho colapsar gran parte del techo en otros espacios de la casa: su habitación, el baño y la cocina ya no son seguros para Matilde.
Primera Plana Barranquilla contactó a autoridades locales y, de acuerdo a información entregada por la alcaldía distrital, en los próximos días, funcionarios de la secretaría de Gestión Social se contactarán con los adultos mayores afectados para contemplar inversiones que les permitan recuperar sus viviendas.