Distrito ha aportado $37.000 millones al sistema. Solución definitiva implica integrar todo el transporte.
“Las dificultades en la sostenibilidad financiera del Transmetro son abordadas con medidas a corto plazo y una solución definitiva a largo plazo, pero no puede cargársele a los barranquilleros cada mes a través de impuestos”.
Así lo afirmó el alcalde Jaime Pumarejo Heins al hacer un análisis de la situación que afronta este sistema de transporte después de que los operadores Sistur y Metrocaribe suspendieran actividades temporalmente aduciendo dificultades financieras.
“Esta crisis no la podemos solventar poniendo plata de los barranquilleros todos los meses a través de impuestos para pagar un sistema que es menos del 20% del sistema general del transporte de Barranquilla”, explicó el alcalde.
Con recursos de los barranquilleros, el Distrito les ha entregado a los operadores más de $37.000 millones, a lo que se sumarán $3.000 millones próximamente.
Cuando se reactive el 100% del aforo en el transporte público comenzará a recaudarse nuevamente el Fondo de Estabilización Financiera (FET), con el cual el transporte tradicional le transfiere recursos al Transmetro. Esto permitirá que el sistema comience a nivelarse, agregó el alcalde.
“Cuando fue diseñado, Transmetro tuvo una serie de errores estructurales que todos conocemos, que no son nuevos. Es un sistema deficiente porque es muy pequeño. Tiene unas bondades para el usuario, y es que es muy barato movilizarse de Soledad a la Universidad del Norte, por ejemplo. Tiene unas bondades para unos y unos problemas estructurales para otros que hacen que el que lo usa poco subsidie al que lo usa mucho”, afirmó.
Para el mandatario, esos problemas que surgen desde la concepción del sistema solo se corregirían con una integración de todo el sistema de transporte de la ciudad.
“Eso va a costar, aproximadamente, $1.5 billones. Porque con el Gobierno nacional, que va a cofinanciarlo, vamos a comprar todos los buses nuevos, amigables con el medio ambiente, eficientes. Serán comprados por el Distrito y el gobierno y se les entregan a unos operadores. El sistema deja de ser deficitario, porque el capital que se requiere para comprar el bus ya no lo pone el concesionario que tiene recuperar esa inversión, sino que lo pone el Estado. Y dentro de la tarifa queda operación, mantenimiento y un pequeño fondo de reposición”.
Pumarejo explicó que Transmetro es una sociedad de la cual el Distrito no tiene obligación legal de mantener ni de salvar en caso de quiebra. Asimismo, recalcó que el 40% de los usuarios pertenece a Barranquilla y el resto a municipios del área metropolitana.