El tripulante había omitido las advertencias y quedó a la deriva en su velero, procedente de Curazao.
El exitoso rescate se produjo en Isla Salamanca, luego de que un velero procedente de Curazao con destino a Barranquilla, pese a recibir el llamado de la Autoridad Marítima sobre las condiciones adversas, quedara a la deriva, al presentar fallas en su sistema mecánico, lo cual lo obligó a la navegación a vela.
En desarrollo de patrullajes de control del mar, Unidades de Guardacostas de Santa Marta desplegaron una unidad de reacción rápida, siendo apoyada en aguas del Atlántico por una unidad de la estación de Guardacostas de Barranquilla, quien llegó hasta el área de difícil acceso, en donde se encontraba encallado el velero, y donde se requirió el apoyo de una unidad aeronaval tipo helicóptero Bell 412, que realizó la extracción por vía aérea del adulto mayor.
“La estación de guardacostas tuvo comunicación con el señor Luis, de 60 años, capitán del velero. Manifestó que tenía la maquinaria fuera de servicio y que navegaba a vela y que, por cuestiones de viento, aprovechaba para continuar con su navegación hacia puerto velero. La estación le manifestó que debía ingresar a Santa Marta para verificar su novedad en la maquinaria pero prefirió continuar a vela. El momento en el que ingresó a Barranquilla, nos pasaron la información de la novedad e iniciamos seguimiento a la motonave”, aseguró el teniente de Navío Orlando Chaparro, Comandante Estación Guardacostas de Barranquilla
Una vez a salvo en la aeronave, fue trasladado hasta las instalaciones de la Capitanía de Puerto de Barranquilla, en donde recibió los primeros auxilios básicos, encontrándose en buen estado de salud, siendo atendido por personal de Bomberos de la ciudad, quienes realizaron la curación de una herida en uno de los dedos de su extremidad superior, no revistiendo mayor complejidad.
“Físicamente me siento agotado. Anoche no dormí nada; usualmente navego solo, venía navegando y haciendo guardias de horas para verificar que todo esté bien. No dormimos nada, ni ustedes ni yo, porque fueron un apoyo importante. El dedo fue una tontería, por querer acomodar el ancla, una ola que no vi a tiempo tensó el cabo del ancla y me guillotinó el dedo”, explicó el tripulante rescatado, Luis Perazzo.
La Armada de Colombia continuará disponiendo sus capacidades logísticas y operacionales al servicio de la comunidad de navegantes, atendiendo de manera oportuna las emergencias en el mar, al tiempo que invita a los navegantes a implementar las medidas de seguridad antes de hacerse a la mar, entre las que se encuentran el correcto uso del chaleco salvavidas y verificación de equipos mecánicos y de comunicación de las embarcaciones, con el fin de minimizar la ocurrencia de eventos que pongan en riesgo la integridad y la vida humana.