La víctima asegura que, en agosto, también habría sido victima de abusos por parte del oficial.
Este sábado, Primera Plana Barranquilla conoció detalles de un presunto caso de abuso sexual por parte de un alto oficial de la Policía del Atlántico contra una patrullera adscrita al comando departamental.
La patrullera Karen Vargas Ochoa, quien presta su servicios a la Oficina de Planeación del comando departamental denunció que el comandante Operativo de la Policía del Atlántico, Freddy Leonardo Patiño Patiño, la habría abusado sexualmente en su oficina, durante la noche de este viernes.
Vargas Ochoa denunció que, estando en su casa recibió una llamada del coronel Patiño, vía WhatsApp, pidiéndole que regresara al comando para elaborar unas presentaciones y ella atendió su llamado.
Al llegar a la oficina del coronel, la patrullera aseguró que “tenía la camisa arriba y la cremallera abierta. Me dijo que me sentara en sus piernas y yo me enojo”, pero al intentar huir, sostuvo que comenzó su calvario.
“Se levanta, le pone seguro a la puerta y apaga la luz. Le pedí que no me fuera a hacer daño pero no hacía caso. Comenzó a tocarme los senos y las partes íntimas, me le solté y me puse a llorar en la pared porque entré en estado de shock”, se lee en la denuncia a la que tuvo acceso Primera Plana Barranquilla.
La patrullera continuó relatando ante las autoridades que temía por su vida porque “la pistola de dotación de él estaba en la mesa. Cuando intentó besarme pude percibir su olor a licor. Se sienta, saca su miembro viril y comienza a masturbarse mientras me decía palabras obscenas”.
De acuerdo con su denuncia, aprovechó el momento en el que el coronel fue hacia el baño para poder escapar. Una vez fuera, recibió ayuda de un intendente y, luego de denunciar el caso ante el subcomandante de la Policía del Atlántico, “activan la ruta de la violencia contra la mujer” para atender su caso.
Según la denuncia de la uniformada, este no habría sido el primer caso de abuso sexual por parte del oficial: “en agosto subí a entregarle un orden de servicio presidencial y pretendía que yo le tocara sus partes íntimas y me llamaba insistentemente para que saliéramos, por lo que yo intenté suicidarme tomando unas pastillas”.
La patrullera recibió atención médica y psicológica. Actualmente está siendo valorada en Medicina Legal. Por el momento, la Policía del Atlántico no se ha pronunciado frente al caso.