La producción, según campesinos, se ha disminuido en un 30%.
La temporada de sequía en el Atlántico ha generado alarma entre los campesinos y ganaderos de la región, quienes aseguran que, debido a la disminución de niveles en los cuerpos de agua, se ha afectado el normal desarrollo de reses y cultivos.
La ausencia de pasto, según los afectados, han reducido la posibilidad de que las vacas puedan amamantar a sus crías: “antes sacábamos hasta 6 litros de leche a una vaca, ahora no están dando leche ni para los terneros”, sostuvo Ángel Rosales, un campesino del departamento.
Según expertos, para suplir la demanda de productos lácteos, los empresarios ahora deben comprar leche en el interior del país, generando graves afectaciones económicas para sus compañías y los ganaderos en las zonas más apartadas del Atlántico.
”La producción de leche ha bajado hasta en un 30%”, señaló Julian Saade, director ejecutivo de Asoganorte, lo que termina afectando a los consumidores si se tiene en cuenta que, al comprar y transportar desde otras regiones del país, incrementa el precio de los productos lácteos.
Hernán Villa, habitante del municipio de Santa Lucía, señaló que se espera una gran afectación en los productores agropecuarios y pequeños ganaderos de la región debido a que los pastizales no presentan el verdor necesario para alimentar a los animales.
Villa elevó un llamado de atención a las autoridades competentes para buscar formas de minimizar el impacto negativo que la época de sequía puede producir en las comunidades de esta región.