Es el segundo atentado criminal contra conductores de transporte público en Barranquilla en menos de una semana. Autoridades investigan delitos de extorsión como una de las principales hipótesis.
Crece el temor de transportadores en el Atlántico por un nuevo atentado criminal. Esta vez, con la denotación de una granada dentro de uno de los parqueaderos de buses urbanos en el municipio de Soledad.
El lanzamiento del artefacto explosivo se registró durante la noche de este sábado en la nevada de buses de la empresa Coolitoral, ubicada en el barrio Soledad 2.000 del vecino municipio.
Según las autoridades, el atentado que, por fortuna sólo dejó pérdidas materiales, habría sido liderado por alianzas criminales que funcionan dentro de cárceles del país.
“El lanzamiento de la granado, afortunadamente, dejó afectaciones a tres busetas. Invitamos a la comunidad a no dejarse intimidar por estos actos delincuenciales que están orquestados desde una cárcel en una alianza criminal”, sostuvo el coronel Jhon Sepúlveda, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
Aunque la Policía Nacional reforzó estrategias en materia de seguridad para el transporte público durante la última semana debido al reciente homicidio de un chofer dentro del bus que estaba conduciendo, los transportadores ya no se sienten seguros y lamentan tener que trabajar bajo estas condiciones.
“La verdad es que uno sale a trabajar por necesidad pero el temor está ahí. Siempre pensamos en ese momento en el que lleguen y nos hagan un daño. Uno no sabe quien se sube al bus, la incertidumbre de preguntarle para donde va o estar pendiente de quien se monta. Uno sale preocupado, cómo quedará nuestra familia pero sólo nos queda salir con la bendición de Dios”, sostuvo el conductor de un bus de la empresa Coolitoral.
Mientras los conductores se las ingenian para salir a trabajar, las autoridades avanzan en las investigaciones de ambos casos. Panfletos amenazantes, firmados por la banda criminal ‘Los Rastrojos Costeños’, conducen a la más importante hipótesis: la relación que guardan los recientes atentados con posibles extorsiones.
El flagelo de extorsiones al gremio de transportadores públicos, fue un flagelo que enfrentó Barranquilla y su área metropolitana durante el año 2013: la banda criminal ‘Los Costeños’ acudió a una sanguinaria práctica en la que presionaba a dueños de empresas de transporte urbano para pagar cuotas extorsivas, asesinando a inocentes conductores mientras trabajaban cubriendo sus rutas.
